Pero
¿cuáles fueron las nuevas realizaciones de este sultán, culto como su padre
pero que pudo aún reinar, tras su re entronización, casi 30 años más?
Ciñéndonos a la Alhambra, parece que no tardó mucho en ponerse manos a la obra
y que su primer impulso fue realizar una amplia remodelación del Mexuar,
incluidas reformas en el patio adyacente de Machuca. A éste añadió dos
pórticos, del que actualmente sólo uno sobrevive. Luego, para relacionar el
espacio del Mexuar con el contiguo de Comares realizó la gran fachada que da
paso a este palacio desde aquél otro. Dicha obra, una de las más impresionantes
de la Alhambra, la mandó edificar Muhammad para celebrar otro hito histórico de
su reinado: la recuperación de Algeciras en 1369, derrotando a Enrique II de
Castilla, quien había depuesto y asesinado a su amigo Pedro poco antes.
A
partir de ese momento, los acontecimientos históricos favorecerán al siempre
precario reino nazarí y su rey obtiene, y aprovecha muy bien, diversas treguas
que le permiten ponerse manos a la obra para finalizar la que será su gran
creación: el palacio de los Leones. Este palacio ostentaba en época árabe la
muy apropiada denominación de al Riyad al Said o Jardín Feliz y es sin duda el
más conocido del monumento. No sólo es bellísimo sino además verdaderamente
original respecto al resto de la Alhambra. Recordemos que posee pinturas y un
grupo escultórico, rasgo muy singular en una construcción musulmana que denota
la influencia cristiana a la que nos hemos referido anteriormente.
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Palacio de los Leones. Fuente: http://www.radiogranada.es |
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