No
resulta fácil explicar los motivos de estas endémicas y sanguinarias trifulcas
por el poder que purgaron una y otra vez a la aristocracia nazarí y debieron
desesperar a sus aplicados habitantes. Éstos, madrugadores campesinos,
laboriosos artesanos y hábiles comerciantes, verdaderos autores de,
seguramente, la mejor economía de Europa en ese momento, debieron pensar que
estaban trabajando para una partida de locos. Locos, no obstante, a los que no
cabía replicar porque, espada en mano, eran capaces de firmar una breve tregua
para reprimir cualquier rebelión que se presentase, sofocada la cual seguirían
luchando como diablos entre sí. Tal vez el motivo de tanta sangre derramada
fuese, nada más y nada menos, que el soberano placer de ser dueños de la
Alhambra, un lugar en el que se podía tocar con los dedos el Paraíso.
fotos, vídeos, audios, comentarios, desatinos, juicios lúcidos, críticas literarias, psicalípticas, paroxísticas y apocalítipticas, improperios, desafueros, absurdas declamaciones, relatos cortos o largos, poemarios, desahogos para la rabia, para la euforia, declamaciones, declaraciones, entrevistas, reportajes y noticias... cuestiones verbales varias caben en esta bitácora, como en uno de aquellos viejos blocs de rayas que llevábamos a la escuela.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Alhambra inadvertida: Al borde del Extasis
Sueño, fantasía, visión maravillosa, belleza indescriptible... son algunas de las palabras que pueden pasar por la mente de quien contempla,...
-
Tal día como hoy, 21 de noviembre, nació François Marie Arouet, conocido por Voltaire (1694-1776). Aprovecho la ocasión para recordar a es...
-
Apenas unos metros más abajo de san Nicolás, y casi en línea recta, podemos encontrar una tercera mirada hacia la Alhambra, quizá...
-
Hay similitudes entre Corea y España que pasan desapercibidas pero están ahí. Por ejemplo, ambas naciones son penínsulas situadas e...
No hay comentarios:
Publicar un comentario