martes, 27 de diciembre de 2011

Aretha Franklin and The Supreme- I Say A Little Prayer






Aretha Franklin y The Supremes en la que es, posiblemente, la mejor canción de soul de todos los tiempos. No hay más que añadir. Salvo que la inocencia de la letra casa muy bien con estas fechas navideñas. Pues Felices Pascuas.

jueves, 15 de diciembre de 2011

"Si yo tuviera un martillo"




Esta vez no hablaré de un grupo, sino de una canción, una de esas canciones que forman parte de la memoria colectiva. Suena tópico, pero es cierto. Hablo de "If I'd hummer" (Si yo tuviera un martillo). Más de uno se estará preguntando de qué canción hablo. Pues bien, se trata de ésta:





¿Qué tal ahora? Seguro que menos perdidos. Esta versión es quizás la más famosa, pero Peter, Paul and Mary no la compusieron. Fue Pete Segger, vaca sagrada del folk norteamericano (1919 y hasta hoy). 


También cosecharon éxitos con ella Trini López (chicano de Los lobos, los de la Bamba) o Rita Pavone (en italiano y el inolvidable Víctor Jara (en español). La letra tiene trasfondo político, como no podía ser menos. Fue uno de los himnos de las movilizaciones hippies contra Vietnam. Y ahora no vendría mal cantarla también, tal como están las cosas. No quiero hablar de su letra, porque me he molestado en traducirla (mah o menoh):


Si yo tuviera un martillo,
Mi martillo sacaría por la mañana,
Mi martillo por la noche por toda esta tierra.
Reconocería el peligro,
Daría una advertencia, 
Extraería amor entre mis hermanos y hermanas
En toda esta tierra

Si tuviera una campana,
La tocaría a la mañana,
La tocaría a la tarde en toda esta tierra,
Avisaría del peligro,
Con ella daría un aviso.
Pero llamaría sobre todo al amor entre mis hermanos y hermanas
En toda esta tierra…

Si tuviera una canción,
La cantaría por la mañana,
Y la cantaría por la noche, en toda esta tierra.
Cantaría ante el peligro,
Cantaría como advertencia.
Y cantaría por el amor entre mis hermanos y mis hermanas
En toda esta tierra

Bueno, tengo un martillo,
Y, tengo una campana,
Y tengo una canción para cantar a toda esta tierra.
Es el martillo de la justicia,
Es la campana de la libertad,
Y es la canción sobre el amor entre mis hermanos y hermanas
A lo largo de esta tierra.



Añado también la letra en inglés:

If I had a hammer 
I'd hammer in the morning 
I'd hammer in the evening
All over this land 
I'd hammer out danger
I'd hammer out a warning
I'd hammer out love between my brothers and my sisters
All over this land 

If I had a bell 
I'd ring it in the morning
I'd ring it in the evening
All over this land I'd ring out danger 
I'd ring out a warning
I'd ring out love between my brothers and my sisters
All over this land 

If I had a song 
I'd sing it in the morning
I'd sing it in the evening 
All over this land 
I'd sing out danger
I'd sing out a warning 
I'd sing out love between my brothers and my sisters 
All over this land

Well I've got a hammer 
And I've got a bell
And I've got a song to sing 
All over this land 
It's the hammer of justice
It's the bell of freedom
It's the song about love between my brothers and my sisters
All over this land

It's the hammer of justice
It's the bell of freedom
It's the song about love between my brothers and my sisters
All over this land...






jueves, 27 de octubre de 2011

Melody (1971, UK) Tierna y regocijante historia





TÍTULO ORIGINAL Melody
AÑO 1971
DURACIÓN 106 min.
PAÍS UK
DIRECTOR Waris Hussein
GUIÓN Alan Parker
MÚSICA The Bee Gees, Crosby, Stills, Nash & Young
FOTOGRAFÍA peter Suschitzky
REPARTO Mark Lester, Tracy Hyde, Jack Wild, Sheila Steafel, Roy Kinnear, Billy Franks, Ken Jones, Kate Williams
PRODUCTORA Coproducción GB-USA

Drama. Romance | Amistad. Adolescencia


"Melody" es una tierna historia que recrea  la vida de un grupo de niños preadolescentes en la Inglaterra de finales de los 70. Entre otras virtudes,cuenta con una magnífica banda sonora, con canciones de Bee Gees y C, S, N & Y. La historia bascula entre la amistad de dos chicos y el amor que uno de ellos siente hacia otra chica, su primer amor. Pero, como trasfondo aparece siempre la pésima educación que reciben esos niños, para quienes la escuela significa tortura y aburrimiento cuando no estupidez. Para olvidar esa condena y huir del mundo de los adultos, se refugian en sus inocentes juegos, con ceremonias en los cementerios, besos furtivos, comentarios idiotas propios de su edad que les hacen estallar en risas.... En cierto modo recuerda a los "400 golpes" de Truffaut, sobre todo cuando se refiere a los padres; y también en su cuidadísimo sentido del ritmo narrativo que recrea con suma y natural delicadeza lo que hacen, dicen pero también lo que sienten estos chicos, todavía reticentes a enfrentarse con "la vida", una vida llena de normas absurdas que no responden a sus preguntas. Por medio, hay un gran romance planteado magníficamente, con la ternura y sensibilidad que un primer amor merece.
 Al final, los adolescentes desean casarse, pero sus padres se lo impiden; ayudados por sus amigos, celebran una ceremonia que intentan boicotear los adultos, escandalizados por la osadía y dispuestos a llevarse a todos de las orejas. Pero los chicos plantean batalla y ponen en fuga a sus enemigos, mientras suena Teach your children de Crosby, Still, Nash and Young. Y así, la brutal y absurda realidad por una vez es derrotada por la imaginación y la inocencia, y colorín colorado.
És ésta una película de hechos cotidianos pero muy reconocibles, digna heredera del free cinema británico, a su vez deudor del neorrealismo italiano, cuyo director, Waris Hussein,  completamente desconocido para mí ese, sabe captar ese estilo sobrio pero efectivo, que sería naturalista si se tratase de literatura, y que logra sin dificultad entretener al espectador y arrandarle muchas sonrisas e incluso alguna que otra alegre y desenfadada risa. Toda una joyita que recomiendo.

viernes, 21 de octubre de 2011

Rodrigo y Gabriela, una orquesta y dos guitarras



Heterodoxo, heraclitiano y (h)escéptico como soy no podía sino, pensando en mi particular fiesta, desear que sonara en la misma, y en mi presencia (póstuma), esta marchosa, marchosísima canción, principalmente mientras la peña departe sobre el sentido de la vida y eso, con el natural gracejo alcohólico de los funerales que se precien. En ese ambiente de entre dos mundos, pero distendido, no viene mal alegrar la fiesta con esta sentida canción mejicana, fruto del dúo "Rodrigo y Gabriela", una verdadera sorpresa para mí, cuando los descubrí en "Siglo XXI" de Radio 3, allá por hace unos años, pocos.


Desde el primer momento me sorprendieron este par de "guitarristas orquesta", porque eso es lo que son: cuatro manos que valen por veinte. Su profundo sentido de la música los arrastra a perseguir, desde sus veloces guitarras, al resto de los instrumentos hasta asimilarlos. Qué puedo decir, además de que son geniales e inseparables, supongo. Pues que lo que más me gusta de Rodrigo Sánchez y Gabriela Quintero, nacidos en Méjico D.F., es su historia, que no parece sino la sencilla pero irrenunciable travesía de un par de jóvenes virtuosos que, sabiéndose poseedores de una botella con su genio, perseveraron hasta finalmente ser reconocidos, como todo buen artista merece. Tras salir de Méjico, sobrevivieron unos años en Dublin, (en el introito de la primera canción la Gabi habla de eso). En esa ciudad  se funden de forma natural música y literatura y algo debieron aprender; desconocidos pero aclamados en el pequeño circuito al que tenían acceso finalmente terminaron por dar la campanada merced a su particular estilo, donde Gabriela es la base rítmica, básicamente, y su compañero Rodrigo la "voz cantante", también básicamente. En pos de ese ideal de cubrir un grupo de numerosos miembros se desbordan ellos y desbordan a la gente. Al parecer no hay que perderse su directo y estaría bien que asistieran a mi funeral, aunque sea tocando en play back
Otro temita antes de acostarnos. Que viva Méjico lindo.




Hasta otra, comenta algo...

The letter, soul de ojos azules



The letter debería sonar en mi funeral, sin duda. Se lo digo a mi mujer, a mis amigos y a quien se acuerde para que, cuando yo muera, suene esta sencilla pero memorable canción surgida en el mágico año de 1967. Para queine no lo sepa aquel año brotó, como fruta del paraíso, "Sgt. Peppers lonely hearth club band", a fuer de muchos el mejor elepé de la Historia, por más que digan; nació Led Zeppelin, ese grupo que se mostró imperial en la siguiente década; Love parió ese prodigioso ramillete de canciones llamado "Forever changes"; Jefferson Airplane y la demás vasca de San Francisco lo petaba en Monterrey, Lou Reed, Janis Joplin, Jimmy Hendrix, The Who, Ten Year After daban lo mejor de sí, etcétera....
En ese campo tan fértil, plagado ya de estrellas, aún había hueco para que fructificara una joven semilla de muchos kilates llamada "Box Tops", un grupo liderado por un chaval de 16 años, Alex Chilton, con una precoz voz de "negro de ojos azules" capaz de emocionar a cualquiera. Se podría hablar mucho de Chilton y su grupo Big Star, referencia para muchas grandes bandas de los 90, como R.E.M, pero no es el momento.

Alex Chilton, (1950-2010)

Centrándonos en The letter, cuya "letter" no conozco y lo digo sin pudor alguno, diré lo que a mí me sugiere simplemente. Cuando escucho este espectacular swing, pasado por la turmi de la psicoldelia y el soul de la época, automáticamente mis hombros, mis caderas si estoy de pie, entran en movimiento, simplemente porque tiene RITMO con mayúsculas, un ritmo primigenio que se contagia fácilmente. Diríase al escucharlo que viajas hacia un lugar que desconoces pero en el que sabes que te irá bien, porque llevas buena onda, apropiadamente dicho. En ese sentido, es un ritmo imparable hacia adelante y muy apropiado para mi última ceremonia. Y que sea tarde. 

jueves, 15 de septiembre de 2011

David Lindley, el rey del slide




Conocí la música de David Lindley (1944) y su grupo El Rayo X hace ya algunos años cuando estaba en la Universidad. Me junté con unos pies negros y los llevé a mi casa (cosa que no recomiendo a nadie). Hice amistad con uno de ellos, un madrileño de Vallecas al que todos llamaban "el picotas", se puede uno imaginar por qué. Pero aquel tipo no sólo era un yonqui, era una buena persona (él mismo se encargó de registrar a los otros para descubrir los pequeños robos que me habían infringido durante la fiesta). Pero es que, además, era un buen aficionado a la música. Me regaló varias cintas, al ver que me encantaba la música que contenían: Soft Machine, Weather Report (Black market, creo), Herbie Mann y un Lp de estudio de El rayo X, de nombre homónimo. 
La canción de más arriba, Mercury Blues, pertenece a ese disco y todavía hoy me parece uno de los rock and roll más electrizantes que se hayan escrito jamás. En una boda de unos amigos se nos pidió a cada invitado un par de canciones para amenizar el baile. Yo escogí este tema y luego la gente preguntaba de quién era la canción, que levantó a más de uno de la mesa nupcial para hacerle bailar. Les decía su nombre y ni flores, nadie lo conocía. Añadía que era obra de un músico multi instrumentista que, más que a impulsar su carrera profesional, que también, se ha dedicado a acompañar a otros músicos y bandas, tanto en directo como en estudio: Crosby and Nash, Rod Stewart, James Taylor, Linda Ronstadt, Bob Dylan, Dolly Parton, Bruce Springteen, Warren Zevon, Ry Cooder o, sobre todo, Jackson Brown. He aquí una insólita versión del famoso Stay, contenida en un concierto de ambos músicos en 2006, donde Lindley canta en falsete para suplir la voz femenina original:




Pero Lindley es algo más que un músico de "alquiler". Es todo un personaje, que viaja a todas partes con su aspecto de jipi trasnochado y un sinfín de instrumentos, siempre de cuerda, desde guitarras eléctrica y española hasta todo tipo de violines, el laúd, la mandolina, la cítara o el banjo. Su estilo de tocar es inconfundible, dado que usa magistralmente el slide y, como se ve en el vídeo, toca muchas veces con el instrumento horizontal, tal como se pulsa habitualmente la cítara o qanun, instrumento fundamental en la música musulmana. Por eso su estilo es muy ecléctico, desde la psicodelia hasta la World Music, pasando por el folk rock o el boggie. Por cierto que últimamente también está colaborando con otros multi instrumentistas de diversos estilos, siempre expertos en percusión, con los que se complementa a la perfección, tales como Wally Ingran o Hani Naser. Para acabar, dejo una versión de Tijuana (original de J. J. Cale) con Lindley Naser perfectamente conjuntados, haciendo arte con mayúsculas.


martes, 23 de agosto de 2011

Jefferson Airplane, psicodelia, celos y guerrilla



Su nombre era pura psicodelia, tanto como el de Grateful dead u otros grupos de la Bahía de San Francisco, habitantes de High Ashbury, donde tuvo lugar el famoso Verano del Amor en 1967. El anterior vídeo recoge la actuación de Woodstock en agosto de 1969 con la formación clásica: Marty Balin, Paul Kantner, Jorma Kaukonen, Jack Cassady, Steven Dryden y, por supuesto, la sensación del grupo, la vocalista Grace Slick. He escogido este vídeo para empezar, lo reconozco, porque la Slick está soberbia y hermosísima, pero también porque "Somebody to love" y "White rabbit" son sus canciones más conocidas de una trayectoria llena de altibajos y cambios bruscos de ruta. Ambos temas, referencias del grupo pero igualmente de los años 60, son de las escasas contribuciones de Grace Slick, ya que los compositores mayormente fueron Balin y Kantner.


La primera de ellas tiene una letra muy sencilla que apela, cómo no, al amor como remedio de todos los males. La segunda es una historia relacionada con "Alicia en el país de las maravillas" y un ritmo de batería que recuerda a Ravel y le da un toque inconfundible. Sobre todo la primera contiene la esencia folk-rock del grupo, ese sonido inconfundible, pesado pero etéreo al mismo tiempo, que se materializó definitivamente en su álbum "Surrealistic pilot", el mejor de todos, según creo, y que resulta ideal para ser escuchado mientras se fuma "perejil". Esa textura entreverada de ecos, sombras vocales y guitarras superponiéndose a sí mismas y a la base rítmica , hasta cierto punto anticomercial, sirvió para que sus intérpretes se codeasen en popularidad con Los Rollins o Los Beatles en 1967. Por cierto que, hablando de Los Beatles, hay una cierta relación entre ellos y los Jefferson Airplane ya que ambos grupos dieron "sonados" conciertos sobre una terraza. Aunque siempre se ha dicho que los Beatles fueron los primeros en hacerlo, lo cierto es que los Airplane tocaron sobre el piso de un rascacielos en la ciudad de Nueva York en 1968, meses antes de la otra y más famosa "terrazada" en Londres. En ambas los artistas querían desafiar el orden establecido, en consonancia con la época, y ambas finalizaron con la llegada de la policía. Aquí está este curioso vídeo:


Esta última audición me sirve para llegar al final de mi artículo. A partir de 1968, el estilo Airplane, nacido de un cúmulo de drogas, militancia política (creo que eran comunistas declarados) y la extraordinaria ambición de un puñado de músicos excepcionales, se fue enrareciendo progresivamente, al igual que el ambiente que había en el grupo, cada vez más dividido. Así, lejos de seguir su propio ritmo, básicamente folk rock, quisieron emular al sonido hard que se gestaba en esos momentos (sobre todo Hendrix o The Cream), despidieron a Dryden, un baterista demasiado "blando", para finalmente no llegar a ninguna parte, salvo a la disolución de la formación clásica. Marty Balin, cada vez más aislado y desplazado, pese a ser el creador de la banda, hacía tiempo que había tirado la toalla. Dos de los componentes (Kaukonen y Cassady) prefirieron retroceder hacia el blues y el jazz, mientras que Slick y Kantner, pareja de hecho y con una hija recién nacida, basculaban cada vez más hacia un estilo comercial, que desembocó en la creación de Jefferson Starship, un grupo que degeneró tanto que es para olvidar. Y no digamos Starship, último disfraz de los Arplane o de lo que quedaba de ellos (Slick y Kantner).
Yo de los Jefferson Airplane me quedo con los 4 ó 5 primeros LP's , incluido el primer álbum, "Take off", donde todavía no luce la voz prodigiosa de contralto de Grace Slick, pero que, escuchado hoy, conserva mucha frescura todavía. Por eso, quiero terminar con un tema de esa primera época. La co-vocalista entonces era Signe Anderson, que tampoco cantaba mal, como se podrá comprobar.



martes, 2 de agosto de 2011

CERRADO POR VACACIONES

Me voy (nos vamos) de vacaciones unos días y en el sitio al que vamos no hay teléfono, ni conexión adsl, ni wifi y ni siquiera hay cobertura para móvil. O sea, perfecto para las vacaciones. Comeremos, beberemos, echaremos la siesta, iremos de excursiones campestres, tal vez pintemos pero, además, como hay electricidad me llevó el portátil y seguiré escribiendo y, a la vuelta, dentro de un par de semanas, más o menos, colgaré algunas cosas en mi blog de anillas. Hasta la vuelta.



sábado, 23 de julio de 2011

El mundo en llamas y los 4 jinetes




El mundo estaba en llamas y las personas, en su gran mayoría, presas de la desolación. La miseria, el hambre, la enfermedad, la rapiña campaban a sus anchas por los miserables campamentos en que se habían convertido las ciudades. Aquella crisis, que al principio fue calificada simplemente como recesión, se había enquistado como un cáncer que, tras una primera cura, degenera en metástasis. Los niveles de desempleo eran tan vergonzantes que las noticias ya no hablaban de ello; millones de familias andaban por las calles en busca del sustento de cada día. Además de sus casas, los bancos les habían robado la esperanza. Muchos morían de hambre o de enfermedades desconocidas, causadas por la contaminación, el agua contaminada o los alimentos adulterados. Era aquél un verdadero valle de lágrimas, un escenario propio del Apocalipsis para todos, menos para un pequeño grupo de privilegiados, los únicos vencedores de una tragedia que ellos mismos habían iniciado a golpe de especulación. Mientras los demás, pobres desgraciados, malvivían sin poder siquiera protestar, si no era ante las porras policiales, ellos, la élite, se enriquecía todavía más, a costa de los restos del naufragio.
En ese barrio exclusivo, en la torre más alta y el piso superior, vivían los llamados 4 jinetes, especie de nazgul, espectros que se ocultaban tras un embozo y de quienes se afirmaba que no tenían, en realidad, rostro, al menos no rostro humano. Desde su atalaya, observaban deambular a la muchedumbre hambrienta, como haría una bandada de buitres que espera pacientemente ver caer a quienes se pierden en el desierto. De tanto en tanto, estos 4 jinetes, esclavos del Señor del Pecunio subían a sus diabólicas monturas, bestias aladas que graznaban espeluznantemente, para planear sobre la muchedumbre indefensa, disfrutando al ver cómo con cada pasada desataban a sus pies una oleada de terror. Los nombres de esos cuatro jinetes eran Finch, Moody’s, Standard and Poor.





domingo, 3 de julio de 2011

La perfecta tragicomedia: "El apartamento" (1960)



Plano espectacular de la empresa de Baxter y de total actualidad.

He perdido la cuenta de cuántas veces la he visto. Su guión es tan rico en matices que siempre descubro algo nuevo o vuelvo a disfrutar de una frase memorable, como ésa que le suelta una telefonista a otra al hablar de su amante: "Cuando vi el coche tan pequeño que tenía le dije: "O compras un coche más grande o te buscas una novia más pequeña". 


El amor triunfa, no sin dificultades.

No se trata sólo de una gran película cómica, que lo es, sin duda alguna, sino algo más. una auténtiuca y perfecta tragicomedia, género en verdad difícil de manejar, por el riesgo que tiene de desbordarse hacia un lado u otro y perder su esencia en favor del "azúcar" o la "sal"; y, sobre todo, porque en prácticamente todos los fotogramas, bajo la fina ironía que empapa la superficie, se adivina una amargura muy bien disimulada pero bien presente que remite a los tiempos actuales. Y es que la tragedia de C. C. Baxter, alias "Buddy" es ser un tipo anodino incapaz de cuestionar las circunstancias que le arrastran, de luchar contra el modo de vida que se le impone y que le impide, incluso, disfrutar de su intimidad. Y, volviendo a lo de antes, opino ésta quizás sea una de las películas que menos hayan envejecido de la historia del cine, si es que puede decirse eso de ella porque, pese a estar hecha en 1960, pareciera que hablara de hoy mismo. La banalidad de la televisión, la alienación en el trabajo, el egoísmo como divisa y única e infalible norma que garantiza de éxito, la soledad de quien vive en una ciudad de 8 millones de habitantes y se siente como un náufrago... Y, junto a todas esas mentiras, la gran verdad: el amor, como agente liberador, capaz de mover montañas y de conseguir que hasta el apocado Baxter le de con la puerta en las narices a su jefe, quien bien podría ser la encarnación de esta, en el fondo, sórdida sociedad de consumo que considera al individuo un simple número. En resumen, humor, amor y un potente mensaje que convierten "El apartamento" en una de las mejores tragicomedias, si no la mejor, que nunca se hayan filmado, (con el permiso de Blake Edwards y su "El guateque", de la que un día hablaré).  




SINOPSIS: C. C. Baxter es el empleado de una gran compañía cuyo apartamento está continuamente ocupado por sus jefes y las amantes de éstos. Todo cambia cuando el mismísimo gran jefe de la compañía le pide la famosa llave del apartamento y le concede el ascenso que tanto anhela. Pero todo cambiará cuando descubra que la amante de aquél es la chica de la que él está secretamente enamorado.


DIRECTOR Billy Wilder
GUIÓN Billy Wilder & I.A.L. Diamond
MÚSICA Adolph Deutsch
FOTOGRAFÍA Joseph LaShelle (B&W)
REPARTO Jack Lemmon, Shirley MacLaine, Fred MacMurray, Ray Walston, Edie Adams, Jack Kruschen, Joan Shawlee, Hope Holiday, David Lewis, Naomi Stevens, Johnny Seven, Joyce Jameson, Willard Waterman, David White, Edie Adams
PRODUCTORA United Artists / Mirisch Company 




lunes, 27 de junio de 2011

La raíz andalusí del flamenco

NOTA PREVIA.- Rescato aquí un artículo publicado en el verano de 2001 en la revista "El legado andalusí". Este artículo ha sido publicado en varias webs posteriormente, casi siempre añadiendo mi nombre, aunque hay alguna excepción. Quiero volver a rescatarlo ahora, en este mi blog, para rendir un homenaje a los moriscos, cuya expulsión se produjo hace ahora 400 años (entre 1609 y 1614). Si las instituciones no se muestran proclives a recordar este hecho (y no hay nada de extraño en este olvido, dado que no es algo precisamente glorioso para el Estado español, sino todo lo contrario) yo me comprometo a aportar mi grano de arena con éste y otros artículos posteriores.

viernes, 24 de junio de 2011


The wicked men: La curiosa historia de la isla de las manzanas

The Wicker Man (Estados Unidos, 1973)


Una verdadera curiosidad esta producción norteamericana, aunque en realidad de temática y factura británica. La misteriosa desaparición de una niña da pie a una investigación detectivesca condenada al fracaso desde el principio, por la resistencia de la población a ayudar al sargento de policía que, en solitario, se empeña en llegar a la verdad para descubrir, al final, que todo ha sido realmente una farsa. Si juzgásemos a esta modesta película sólo por su trama policial, bastante simplona y con desenlace muy poco convincente, no pasaría el corte, porque se quedaría en una emulación de una de esas producciones de segunda fila de la Hammer o de Terence Fisher. Sin embargo, la cinta contiene algo más: alusiones a las religiones precristianas; canciones de bella factura, combinadas con imágenes oníricas, irreverentes; reflexiones que alientan al Carpe Diem y pasan por encima de las costumbres; soberbias interpretaciones que salvan el film que adolece de un montaje poco hábil y una defectuosa realización... En suma, una cinta que puede gustar a quien, como yo, se complace con extrañas aventuras donde los personajes, más que respetables, son felices y se comportan como tales.




SINOPSIS: A una isla de la costa oeste de las Higlands escocesas acude un sargento de policía para investigar la desaparición de una niña,  a quien nadie dice conocer. Pronto se dará cuenta de que la gente del pueblo se comporta de forma harto extraña para él. Al tiempo que va desenmarañando el misterio de la desaparición de la chica, surgen ante él extrañas y paganas costumbres. Es la víspera del Día de Mayo, consagrado a las fuerzas de la Naturaleza. 

DIRECTOR: Robin Hardy
GUION: Anthony Shaffer
REPARTO: Edward Woodward Christopher Lee Britt Eckland Diane Cilento Ingrid Pitt Lesley Mackie Walter Carr Lindsay Kemp Aubrey Morris



viernes, 17 de junio de 2011

Tras el 15 M, la prueba del 19 J





Al movimiento surgido el 15 M por iniciativa de la plataforma Democracia Real, pero larvado desde hace tiempo en las redes sociales y en la mente de muchos descontentos como yo, le llega su prueba del algodón. Han pasado muchas cosas en algo más de un mes: la manifestación, que resultó más exitosa de lo que ellos y nosotros esperábamos; las acampadas, con algunos desalojos afortunadamente fallidos, como el de Barcelona, que probó que se puede desacreditar a la violencia con resistencia pacífica; asambleas en todo el país, de donde han ido brotando multitud propuestas aún por encauzar en un hilo reivindicativo común (y es lógico que sea así y hay que tener paciencia); las elecciones municipales, que dejaron tocado al PSOE y dejaron al PP como único triunfador, por la fidelidad que le tienen sus más añejos votantes; la primera respuesta de los medios, perplejos y sin capacidad de reacción; esas acciones puntuales nacidas de las asambleas de barrio, sobre todo, para, por ejemplo, evitar desalojos por impagos de hipotecas, o para denunciar en plena Alhambra (ningún lugar mejor) la política cultural y medioambiental de la Junta de Andalucía; el debate sobre si levantar o no las acampadas, que se solventó a favor del sí, no sin cierto resquemor por parte de los más radicales; el recrudecimiento de acciones planificadas desde la no violencia, como las concentraciones ruidosas y atrevidas (que no violentas, pese a lo que digan "las voces de su amo") ante diversos parlamentos, la más conocida la del Parlament catalá, con algunos honorables ridiculizados y mossos d'esquadra infiltrados y provocando a los más radicales... 
Todo eso ha pasado y algo más que se me olvidará. Pero ahora, es decir, pasado mañana, 19 de junio, ha llegado el momento de saber si este cúmulo de circunstancias, esta mezcla de acciones reivindicativas y preguntas que se ha hecho el movimiento, avanza hacia alguna parte. Es el momento de comprobar si los altavoces que intentan ensordecer este movimiento popular han hecho mella en él. Resulta vergonzoso para mí, como periodistas, ver el tratamiento que han otorgado los medios masivos desde casi el primer momento a lo que está sucediendo. Como profesional que vive de la información y sabe bien cómo se cuecen en realidad la gran mayoría de noticias y opiniones, siento pudor e indignación al tiempo al encender el televisor y ver, en esos esperpénticos magacines de la mañana, a "sesudos" columnistas denunciando la vulneración de los derechos de los parlamentarios de todo signo, incluidos los imputados, cuando antes nada dijeron contra los actos de violencia policial; siento incluso repeluz al abrir los periódicos de mi ciudad, al notar el tratamiento "perroflauta" que se está dando al movimiento en Granada, incluidos artículos que pudiera haber escrito William Randolph Hearst (el que se inventó la guerra de Cuba). 
Sin embargo, pese a la artillería pesada que está recibiendo en las últimas horas el movimiento, al modo en que lo haría un país invadido por los USA, la situación económica y social es demasiado grave para que nos conformemos con unas cuantas semanas de pataleo y no alberguemos la esperanza de que este impulso, hasta cierto punto inesperado pero real, pueda resultar finalmente crucial para el futuro de nuestro país, una segunda transición sin velos hacia un mayor poder popular (tal como consagra la Constitución en su título preliminar, artículo 1.2:  2. "La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado"); hacia una estigmatización de la corrupción, los nepotismos de todo tipo, las falsas verdades financieras y políticas y las mentiras publicitarias, verdaderas argollas, aunque invisibles, que nos mantienen aún estabulados en nuestros puestos de trabajo, en nuestros vehículos o en nuestros adosados. 
Para que siga adelante este movimiento, que intentan descarrilar a toda costa quienes temen sus fundamentadas verdades, es necesario saber si su apoyo ha crecido, se mantiene o ha disminuido. Así de sencillo. Según yo creo, sólo en el primer caso cabe esperar que este 15 M goce de un futuro más o menos corto. No sería buena señal ver menos asistencia en la manifestación del domingo que en la del 15 M. Esperemos que, las por ahora sacrosantas, por heterogéneas y apartidistas, redes sociales hagan un buen trabajo y sirvan de hilo musical interno del movimiento contra el, vuelvo a repetirlo, desesperado bicoteo de los "medios" y el rechazo de quienes les prestan oídos: aquéllos que se ven demasiado viejos (no necesariamente por su edad); aquéllos que han perdido en el camino sus ilusiones o aquéllos demasiado cínicos para reconocer que aún hay luz al final del túnel. Todos estos no vendrán con nosotros el 19 J, pero ¿qué harán aquéllos que se han quedado sin nada y viven al día; y qué aquellos otros que sin sufrir la crisis tan crudamente conservan todavía un poco de coraje y dignidad frente a tantas mentiras y han llegado a la conclusión en su fuero interno de que es hora de cambiar las cosas de verdad? Lo lógico es que estos últimos acudan en masa, pero eso lo veremos dentro de unas horas. Hasta entonces. DEMOCRACIA REAL YA.

miércoles, 1 de junio de 2011

A todo el mundo le suena esta canción

Siguiendo con la serie de cantantes malditos, me referiré ahora a Arthur Lee (1946, Memphis, 2006, LA). Es conocido, sobre todo, por ser el líder de Love, banda angelina a la altura de los mejores grupos de su época, los sagrados 60'. Voy a hablar poco de la banda, que para mí es otra gota más, con su propia personalidad, de ese espléndido mejunje que fue el rock sicodélico. Hay mucho escrito: protpunk, arquitecturas melódicas sugerentes, envolventes, espléndidos arreglos sobre una canción básicamente folk...  Se recomienda sobre todo para disfrutar junto al mar. y si no escúchese esta canción y se podrán oír las olas:










Esta canción, con resonancias españolas, es la más conocida de Love y la pieza clave del disco Forever Change. Pero en anterior disco Da Capo contenía canciones mucho más 'beat', algunas precursoras del punk. Estupendas para una fiesta con mucha cerveza y demás aliños. Aquí la versión oroginal de una canción que versionaron los Ramones.








Pero, además de a Love, quiero referirme más concretamente a Arthur Lee, el primer hippie negro o mejor sería decir mulato, como Obama. Podría compararse, por su arrolladora y tortuosa personalidad con Little Richard, aunque era simplemente Arthur Lee. Si fue realmente capitán de Love fue mal capitán, a juzgar por lo poco que duró la banda (realmente sólo dos años) y por las serias turbulencias que experimentó. Su compañero en tareas de composición, Brian Mac Lean, cayó en la heroína y todo se fue al garete. Lee intentó mantener el nombre de la banda, pero las composiciones ya no eran las mismas. Para colmo, dado su carácter más bien agrio, por no decir directamente que hasta cierto punto peligroso, no dejó de tener problemas y en 1995 acabó en la cárcel (en esto se parece a Chuck Berry), de donde salió cinco años después. Continuó durante 6 años tocando con cierto éxito las gloriosas canciones de los dos primeros álbumes de Love (Da Capo y Forever Changes), ambos de 1967, quizás el mejor año para el rock, al menos hasta el momento. Y, luego de una jartá de excesos y deterioro sobre los escenarios (parecía Syd Barret después de tomarse diez tripis) fue despedido por su propia banda, la que él había creado para recrear aquellas canciones de los 60. Sólo le faltaba morirse y se murió de leucemia el pobre en 2006. RIP


Pero antes de irme, y para no dejaros con mal sabor de boca y como no quería dejar de poner un vídeo clip, aquí va otra de de esas canciones prodigiosas de Love, con Arthur Lee en su mejor momento. Este tema aúna, en cierto modo, el estilo de Love: rock de garage muy personal y psicodelia todavía aún más personal. Y siempre canciones distintas y bien elaboradas, buscando, experimentando, midiéndose con todos y con nadie. 


sábado, 28 de mayo de 2011

Epigrama sobre la crisis




Hete aquí un epigrama, o eso creo. Es una reflexión sobre la crisis que se me ocurrió cuando estaba esperando en la cola de un banco para pagar unos recibos. Pero no os preocupéis, que otra cosa no, pero breve es. Ahí va.

COINCIDENCIA

Bostezando abro el periódico
¡Qué curiosa coincidencia!
Este año el superávit
De una empresa muy puntera
Coincide, cifra por cifra,
Con el número de parados
Que deja esta infausta era.
Por arriba ¡vaya fiesta!
Por abajo, nadie contesta.

El epigrama es un género literario con unos tres mil años de Antigüedad. Sus orígenes en occidente se remontan a la época preclásica griega. Los griegos lo usaban para alabar, criticar, crear suspicacias, venerar a alguien... siempre a alguien conocido, de modo que era una especie de prensa primitiva. Compuesto por los poetas, que eran quienes tenían la sapiencia necesaria, contenía siempre algo picante y algo dulce al mismo tiempo. Pero mejor leer la definición que en el siglo XVIII hizo Juan de Iriarte, tío del famoso fabulista Tomás de Iriarte, que se sirve de la abeja para decir muy certeramente qué es un 

A la abeja semejante,
para que cause placer,
el epigrama ha de ser
pequeño, dulce y punzante.

Los romanos también lo cultivaron, no hay más que recordar a nuestro famoso paisano Marcial, bilbilitano de Calatayud (donde, por cierto, no hay que hablar de la Dolores, como advierte precisamente un famoso epigrama popular). Unánimemente se considera a Marcial el más famoso epigramista latino. Os dejo un ejemplo de su estilo, que es verdaderamente atrevido:

Me sentía mal: pero en seguida viniste a verme tú, Símaco,
Junto con cien discípulos tuyos.
Me tocaron cien manos heladas por el cierzo:
No tenía fiebre, Símaco, y ahora la tengo.



El epigrama no es un género propiamente oriental, pero en países como China, Corea o Japón había cosas parecidas, como el conocido haiku japonés; aunque también existía en Corea una forma breve al uso, llamada sijo, que se servía de argucias verbales e intenciones picantes o/y punzantes, jocosas o desdeñosas para lanzar sentencias.
También en la literatura árabe hubo poetas que escribieron en estilo epigramático, entre ellos al Mutannabi( 915-965), considerado el mejor poeta en lengua árabe de todos los tiempos. Atención a esta perla, donde este poeta, considerado un borracho y un libertino, consuela a un amigo que reniega de su cuna:

No tienes honor: tu madre fue una prostituta.
Pero al perro no le molesta que su madre sea una perra.

Pero, de regreso a occidente, el epigrama desapareció casi por completo, como casi todo lo clásico, durante el Medievo. Con la llegada del Humanismo y ya en el Siglo de Oro cobró nuevos bríos en nuestro país. Alguien tan sesudo y cabal como Baltasar Gracián teorizó sobre él, en relación a su adscripción al Culteranismo que capitaneaba Góngora. Y es que no sólo Góngora, sino también su gran rival, su mosca cojonera, Francisco de Quevedo, y ese otro genio al que también odiaba tanto, Lope de Vega lo hicieron suyo. Para entender de qué podía servir a los poetas el epigrama, os dejo varios que se cruzaron entre sí, como pellizcos de monja, los susodichos autores. El primero es de Góngora a Quevedo y Lope al alimón:

Hoy hacen amistad nueva,
más por Baco que por febo,
don Francisco de Quebebo
y don Félix Lope de Beba.

A continuación la perla que le largaron estos dos, asimismo al alimón, al escritor cordobés y a sus adláteres, los culteranos, riéndose de su ampuloso estilo:

¿Qué captas noturnal en tus canciones?
Góngora bobo con crepusculallas,
si cuando anhelas más garcivolallas
las reptilizas más y subterpones.

Contemporáneo de estos genios, que demostraban que las inquinas entre escritores siempre han existido (basta leer la prensa actual), quiero referirme a otro autor, bastante desconocido, pero que supo practica este género con gran brillantez. Hablo de Juan de Tassis, conde de Villamediana, quien perdió la vida por su larga lengua, según dicen. Dejo a continuación una de sus muchas agudezas:

Qué galán que entró Vergel!
con cintillo de diamantes,
diamantes que fueron antes
de amantes de su mujer.

Esta pequeña y jocosa joyita sin duda despierta una sonrisa, pese a su mala intención. Pero ser cabrón, es lo que tiene.
Durante el siglo XVIII, el epigrama no sólo no decae, sino que incluso prospera. Los escritores ilustrados, como Voltaire, Swift, Lessing, Moratín... lo practicaron con gozo, aunque decantándose preferentemente por intenciones moralizantes, a veces de forma incendiaria, en concordancia con el pensamiento ilustrado.
Durante el siglo XIX gustaron de él, entre otros, los hermanos Valeriano y Gustavo Adolfo Bécquer, en un ya famoso libro de viñetas pornográficas y breves sentencias sicalípticas donde satirizan las costumbres sexuales de los Borbones de su época, Isabel II y compañía. Como lo publicaron de forma anónima, claro está, ya puestos se aprovecharon y se quedaron a gusto. Vamos que aquella portada de El Jueves, comparada con lo que se publicó entonces parece una niñería: Por ejemplo, del marido de la reina,su consorte, el malparado para la Historia Francisco de Asís, decían:

El rey consorte
el más pajillero de la corte.



En el XIX gustaba de desahogarse con epigramas nada menos que Óscar Wilde. En España, Manuel Bretón de los Herreros se especializó en componer dardos epigramáticos para criticarlo todo. Y luego durante el siglo XX se sirvió de ese estilo Ramón Gómez de la Serna, en sus Greguerías, entre otros, en una época en que estaban de moda las tertulias literarias y eran comunes las "gestas" entre vates, para demostrar quién podía resultar más ingenioso. Décadas más tarde, también gustó de usarlo Jaime Gil de Biedma, sobre todo a modo de ejercicio catártico contra su jaqueca existencial. Más o menos de forma contemporánea a Gil de Biedma y con intenciones parecidas, escribieron epigramas autores hispanoamericanos como Mario Benedetti, uruguayo, y Ernesto Calderón, nicaragüense.
Y ésta ha sido mi breve reflexión (a algunos no les habrá parecido tan breve) sobre un género que acabo de descubrir y que pienso practicar cuando me dé la gana en este blog, como debe ser.
Pero antes de terminar, otro epigrama del citado Juan de Iriarte (el de la abeja), con una intención parecida al mío: Dice así:

El señor don Juan de Robres,
con caridad sin igual,
hizo este santo hospital...
y también hizo los pobres.

Alhambra inadvertida: Al borde del Extasis

Sueño, fantasía, visión maravillosa, belleza indescriptible... son algunas de las palabras que pueden pasar por la mente de quien contempla,...