Pero,
además, Yusuf I se mostró muy preocupado por reforzar las murallas de la
Alhambra, con intervenciones decisivas. Por ejemplo, en la Alcazaba construyó
la torre Quebrada, sobre la estructura de un viejo torreón zirí.
Puerta de la Justicia en una recreación pictórica decimonónica. |
Pero se
preocupó, especialmente, por reforzar el perímetro amurallado. Así, creó dos de
sus puertas en el lienzo sur: la de la Justicia, llamada entonces Bab al Sharía
o puerta de la Explanada, por celebrarse torneos y demostraciones militares
frente a ella; y la puerta de los Siete Suelos, denominada en tiempos nazaríes
Bab al Gudur o puerta de los Pozos, al éste de aquélla, y que daba acceso al
barrio artesano. Estas dos nuevas puertas respondían a la necesidad evidente de
crear sendas entradas a la ciudadela por el lado meridional. Hasta entonces,
sólo era posible acceder a la Alhambra por las dos puertas septentrionales: la
de las Armas, en la Alcazaba, si se iba en dirección a los palacios, o la del
Arrabal, aneja a la torre de los Picos, si la dirección era la medina
alhambreña. Asimismo, creó las torres del Cadí y de la Cautiva en el lienzo
norte, ésta última una calahorra, o torre palacio delicadísima que expresa a la
perfección el clasicismo del arte nazarí.
Fotografía antigua de la torre de la Cautiva y su fastuoso interior. |
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