Turistas coreanos frente al alminar de san Sebastián. Foto del autor. |
No es extraño que sea así pues en la época en que fue
construido este alminar, el siglo XIV, Takarunna vivió un tira y afloja entre
el reino Meriní de Marruecos y los emires nazaríes, a cuyo reino pertenecía
teóricamente la ciudad. Sin embargo, como compensación a la ayuda ofrecida a
los reyes de la Alhambra contra los cristianos, los meriníes tuvieron en sus
manos Algeciras y Ronda en varias ocasiones. De modo que este precioso alminar
es la mejor expresión del rasgo más diferenciador de la historia de la Ronda
musulmana: haber sido, durante no menos de siete décadas, una ciudad
andalomagrebí, como otras muchas ciudades del Norte de África fueron, y todavía
hoy son en buena medida, ciudades magreboandalusíes. A propósito de esto, Pilar
Delgado comenta que la ciudad de Ronda está hermanada con Xauen, donde la
huella andalusí es más que notoria.
Rincón de Xauén. Fuente: http://blog.clickferry.com/ |
Descendiendo hacia el antiguo arrabal tropezamos con
las murallas y puerta de la Cijara
o de la higuera, reconstrucción moderna de la cerca primitiva hecha, con mayor
o menor fortuna, por Rafael Manzano Martos. El camino de ronda que forman la
muralla propiamente y la barbacana, ese antemuro que era el primer obstáculo
para posibles invasores, desemboca cerca de los Baños Árabes. Perfectamente
conservados, no se tuvo constancia de lo que eran en realidad hasta que
Leopoldo Torres Balbás visitó la ciudad para constatar que no se trataba de una
antigua sinagoga, como se creía. Se conservan el vestíbulo, hoy exento, las
tres salas de baño y la zona de
las calderas. También vemos varias pozas de unas curtidurías del siglo
XVII. Aunque no hay constancia arqueológica que lo certifique, según se
encargan de aclararme mis anfitriones, podemos suponer, sin demasiado miedo a
equivocarnos, que esta zona cercana al río pudo albergar curtidurías y hasta
tenerías similares a las que podemos ver todavía hoy en Fes.
Al atractivo del propio monumento se une un magnífico audiovisual que se proyecta en su interior y que explica sucinta pero eficientemente las funciones de estos lugares, imprescindibles para la cultura islámica. Éste es el vídeo.
Al atractivo del propio monumento se une un magnífico audiovisual que se proyecta en su interior y que explica sucinta pero eficientemente las funciones de estos lugares, imprescindibles para la cultura islámica. Éste es el vídeo.
2 comentarios:
Realmente interesante...
Gracias
Gracias, Mark, te agradezco que sigas este artículo. Un abrazo.
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