Palacio del Rey Moro. Foto del autor. |
Muy posterior en el tiempo, de 1912, es la casa más
famosa de todas las que cuelgan del otro lado del tajo, el Palacio del Rey
Moro. Fue construido por el arquitecto francés Jean-Claude Nicolas Forestier,
autor de numerosas obras en España, como el parque sevillano de María Luisa o
el de la Ciudadela de Barcelona. Este palacio debe su nombre a estar erigido
sobre la antigua mina de agua de la que ya hemos hablado. Sus más de doscientos
escalones tallados en la piedra salvan vertiginosamente una altura de cien
metros.
He dejado para el final lo mejor, la vista más
seductora de Ronda: contemplar el Puente Nuevo desde el fondo del barranco.
Perfectamente encajado en el tajo, el puente semeja la cara de un coloso, con
su gran boca aullando silenciosa y sus ojos formidables mirando al vacío.
Foto del autor. |
Esta Ronda mágica llega a arrebatar tanto que se ha
dado el caso de extranjeros que han viajado expresamente a Ronda para
suicidarse, concediéndose a sí mismos el derecho de volar fugazmente sobre este
bello paraje antes de expirar.
Suicidarse así es llevar al extremo la adoración
hacia una ciudad que comenzó a ser mito gracias a los viajeros románticos y que
se consolidó a mitad del siglo XX por el encaprichamiento que hacia ella
sintieron personalidades como Hemingway u Orson Wells, este último enterrado en
Ronda. Antes, en 1912, la visitó Reiner Maria Rilke, quien quedó tan
sobrecogido que confesaba en sus cartas ser incapaz de expresar la grandeza que
el paisaje rondeño le devolvía.
Dos majos de hoy en día pasan por una calle de Ronda. |
2 comentarios:
Simplemente magnífico...
Saludos
Magnífico tú, gracias por ser tan atento y entusiasta. Un abrazo.
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