Curtidurías en Marruecos. Fuente: eldiario.es |
Podría reforzar esta tesis la toponimia: al viejo
puente árabe, muy cercano a los baños, se le llama también de las curtidurías.
Sobre esta construcción, que probablemente se remonte a época romana, discurría
la antigua entrada a la ciudad por el sur. Desde este humilde arco, Ronda nos
brinda su postal más conocida: el Tajo, visto en todo su esplendor, con la
garganta ascendiendo poco a poco, hasta topar con la impresionante arcada del
puente nuevo, que parece sujetar, como un coloso, las dos paredes. Es el
contraplano de esa primera mirada que busqué nada más llegar a la ciudad.
Este punto es el mejor para recordar que fue aquí
donde se inició la toma de Takarunna en 1485. Los ejércitos cristianos idearon
una estratagema bien simple y no por ello menos inteligente, sabedores de que
la ciudad no era fácil de conquistar. Una vez frente a Ronda, hicieron amago de
abandonar el cerco para dirigirse hacia Málaga. Los rondeños salieron en su persecución,
pero fueron despistados. Las tropas cristianas, al mando del marqués de Cádiz y
Fernando el Católico, se lanzaron entonces sobre la ciudad desguarnecida y
tardaron poco en tomarla. En el fondo de la garganta hay todavía una mina de agua cuyo control, como es
lógico, resultaba de vital importancia. Bastó hacerse con ella para que
capitularan las escasas tropas musulmanas que quedaban.
1 comentario:
Aprendo mucho...
Gracias
Publicar un comentario