Un día un hombre, sin más, echó a andar para atrás. Asustado,
creyó que con darse la vuelta acabaría la pesadilla.
Pero no funcionó. Tuvo que aceptar que él era así.
Finalmente hizo muchas amistades, yendo siempre al revés.
Llegó a ser un gran hombre… hasta ganó una prueba de vallas.
CREO QUE ME HA SALIDO UN SIJO MUY PATAPHÍSCO.
2 comentarios:
Toda una reflexión...
Sí, una reflexión alegórica sobre las ovejas negras que no aceptan el pasto habitual y por ello, suelen tener problemas, más con el mismo rebaño que con los perros o pastores. Un saludo.
Publicar un comentario