Rincón de Sipson Panna. Fuente: booking.com |
En el extremo sur de China, en la región de Sipsong Panna, provincia de Yunnan, viven Chang e Inari. Aparentemente son unos jóvenes
millennials, con sus smartphones y sus zapatillas de marca. Sin embargo, ser
hijos del país de los doce mil campos de arroz les confiere cierta inocencia
edénica, un pedigrí heredado de sus antepasados, los tai lue. Por Sipsong Panna
el rio Lacang, que más tarde se convertirá en el Mekong al surcar Indochina,
vivifica estas tierras donde, se dice, a un ingenioso agricultor se le ocurrió,
en el amanecer de la agricultura, arar la tierra por primera vez. Y además,
sirviéndose de la sobrada potencia de un elefante.
En este lugar tan fructífero para el arroz como para
la vida regalada y el amor vive nuestra pareja protagonista. Chang e Inari
están a punto de casarse. Inari, el joven, acaba de terminar su preparación espiritual
en el monasterio budista, un trámite por el que pasan todos los jóvenes tai
lue, y está ya trabajando con su padre. Ser campesino parece su destino, lo
cual no le desagrada en absoluto. Tarde o temprano tendrá que demostrar por qué
lo llamaron como al dios del arroz. También parecía estar escrito, desde aquel
día en que la coqueta Chang le ofrecido pollo al por entonces imberbe Inari,
que ambos se casarían. Fue en la fiesta del agua, la más importante de las
muchas que se celebran en Sipsong Panna, y ambos eran todavía niños. Como es
costumbre entre las niñas tai lue, Chang preparaba con desgana un pollo cuando vio pasar a Inari.
Fuente: AllPosters.es |
La
túnica naranja de novicio y su cabeza rapada parecían redondear su candidez. A
Chang, la díscola, le hizo gracia aquel muchacho flacucho de ojos almendrados y
lo invitó a comer. De esa manera le estaba diciendo que le gustaba y que tal
vez, algún día, podrían amarse. Así era ella, todo tenía que ser a su manera.
No en vano le pusieron Chang, la libre, la desinhibida, porque su abuela, que
era una especie de chamán, ya vislumbró en sus ojos de bebé una fuerza
indómita.
Fuente: www.facebook.com/Xishuangbanna-Cute-Girls |
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