lunes, 27 de junio de 2011

La raíz andalusí del flamenco

NOTA PREVIA.- Rescato aquí un artículo publicado en el verano de 2001 en la revista "El legado andalusí". Este artículo ha sido publicado en varias webs posteriormente, casi siempre añadiendo mi nombre, aunque hay alguna excepción. Quiero volver a rescatarlo ahora, en este mi blog, para rendir un homenaje a los moriscos, cuya expulsión se produjo hace ahora 400 años (entre 1609 y 1614). Si las instituciones no se muestran proclives a recordar este hecho (y no hay nada de extraño en este olvido, dado que no es algo precisamente glorioso para el Estado español, sino todo lo contrario) yo me comprometo a aportar mi grano de arena con éste y otros artículos posteriores.

viernes, 24 de junio de 2011


The wicked men: La curiosa historia de la isla de las manzanas

The Wicker Man (Estados Unidos, 1973)


Una verdadera curiosidad esta producción norteamericana, aunque en realidad de temática y factura británica. La misteriosa desaparición de una niña da pie a una investigación detectivesca condenada al fracaso desde el principio, por la resistencia de la población a ayudar al sargento de policía que, en solitario, se empeña en llegar a la verdad para descubrir, al final, que todo ha sido realmente una farsa. Si juzgásemos a esta modesta película sólo por su trama policial, bastante simplona y con desenlace muy poco convincente, no pasaría el corte, porque se quedaría en una emulación de una de esas producciones de segunda fila de la Hammer o de Terence Fisher. Sin embargo, la cinta contiene algo más: alusiones a las religiones precristianas; canciones de bella factura, combinadas con imágenes oníricas, irreverentes; reflexiones que alientan al Carpe Diem y pasan por encima de las costumbres; soberbias interpretaciones que salvan el film que adolece de un montaje poco hábil y una defectuosa realización... En suma, una cinta que puede gustar a quien, como yo, se complace con extrañas aventuras donde los personajes, más que respetables, son felices y se comportan como tales.




SINOPSIS: A una isla de la costa oeste de las Higlands escocesas acude un sargento de policía para investigar la desaparición de una niña,  a quien nadie dice conocer. Pronto se dará cuenta de que la gente del pueblo se comporta de forma harto extraña para él. Al tiempo que va desenmarañando el misterio de la desaparición de la chica, surgen ante él extrañas y paganas costumbres. Es la víspera del Día de Mayo, consagrado a las fuerzas de la Naturaleza. 

DIRECTOR: Robin Hardy
GUION: Anthony Shaffer
REPARTO: Edward Woodward Christopher Lee Britt Eckland Diane Cilento Ingrid Pitt Lesley Mackie Walter Carr Lindsay Kemp Aubrey Morris



viernes, 17 de junio de 2011

Tras el 15 M, la prueba del 19 J





Al movimiento surgido el 15 M por iniciativa de la plataforma Democracia Real, pero larvado desde hace tiempo en las redes sociales y en la mente de muchos descontentos como yo, le llega su prueba del algodón. Han pasado muchas cosas en algo más de un mes: la manifestación, que resultó más exitosa de lo que ellos y nosotros esperábamos; las acampadas, con algunos desalojos afortunadamente fallidos, como el de Barcelona, que probó que se puede desacreditar a la violencia con resistencia pacífica; asambleas en todo el país, de donde han ido brotando multitud propuestas aún por encauzar en un hilo reivindicativo común (y es lógico que sea así y hay que tener paciencia); las elecciones municipales, que dejaron tocado al PSOE y dejaron al PP como único triunfador, por la fidelidad que le tienen sus más añejos votantes; la primera respuesta de los medios, perplejos y sin capacidad de reacción; esas acciones puntuales nacidas de las asambleas de barrio, sobre todo, para, por ejemplo, evitar desalojos por impagos de hipotecas, o para denunciar en plena Alhambra (ningún lugar mejor) la política cultural y medioambiental de la Junta de Andalucía; el debate sobre si levantar o no las acampadas, que se solventó a favor del sí, no sin cierto resquemor por parte de los más radicales; el recrudecimiento de acciones planificadas desde la no violencia, como las concentraciones ruidosas y atrevidas (que no violentas, pese a lo que digan "las voces de su amo") ante diversos parlamentos, la más conocida la del Parlament catalá, con algunos honorables ridiculizados y mossos d'esquadra infiltrados y provocando a los más radicales... 
Todo eso ha pasado y algo más que se me olvidará. Pero ahora, es decir, pasado mañana, 19 de junio, ha llegado el momento de saber si este cúmulo de circunstancias, esta mezcla de acciones reivindicativas y preguntas que se ha hecho el movimiento, avanza hacia alguna parte. Es el momento de comprobar si los altavoces que intentan ensordecer este movimiento popular han hecho mella en él. Resulta vergonzoso para mí, como periodistas, ver el tratamiento que han otorgado los medios masivos desde casi el primer momento a lo que está sucediendo. Como profesional que vive de la información y sabe bien cómo se cuecen en realidad la gran mayoría de noticias y opiniones, siento pudor e indignación al tiempo al encender el televisor y ver, en esos esperpénticos magacines de la mañana, a "sesudos" columnistas denunciando la vulneración de los derechos de los parlamentarios de todo signo, incluidos los imputados, cuando antes nada dijeron contra los actos de violencia policial; siento incluso repeluz al abrir los periódicos de mi ciudad, al notar el tratamiento "perroflauta" que se está dando al movimiento en Granada, incluidos artículos que pudiera haber escrito William Randolph Hearst (el que se inventó la guerra de Cuba). 
Sin embargo, pese a la artillería pesada que está recibiendo en las últimas horas el movimiento, al modo en que lo haría un país invadido por los USA, la situación económica y social es demasiado grave para que nos conformemos con unas cuantas semanas de pataleo y no alberguemos la esperanza de que este impulso, hasta cierto punto inesperado pero real, pueda resultar finalmente crucial para el futuro de nuestro país, una segunda transición sin velos hacia un mayor poder popular (tal como consagra la Constitución en su título preliminar, artículo 1.2:  2. "La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado"); hacia una estigmatización de la corrupción, los nepotismos de todo tipo, las falsas verdades financieras y políticas y las mentiras publicitarias, verdaderas argollas, aunque invisibles, que nos mantienen aún estabulados en nuestros puestos de trabajo, en nuestros vehículos o en nuestros adosados. 
Para que siga adelante este movimiento, que intentan descarrilar a toda costa quienes temen sus fundamentadas verdades, es necesario saber si su apoyo ha crecido, se mantiene o ha disminuido. Así de sencillo. Según yo creo, sólo en el primer caso cabe esperar que este 15 M goce de un futuro más o menos corto. No sería buena señal ver menos asistencia en la manifestación del domingo que en la del 15 M. Esperemos que, las por ahora sacrosantas, por heterogéneas y apartidistas, redes sociales hagan un buen trabajo y sirvan de hilo musical interno del movimiento contra el, vuelvo a repetirlo, desesperado bicoteo de los "medios" y el rechazo de quienes les prestan oídos: aquéllos que se ven demasiado viejos (no necesariamente por su edad); aquéllos que han perdido en el camino sus ilusiones o aquéllos demasiado cínicos para reconocer que aún hay luz al final del túnel. Todos estos no vendrán con nosotros el 19 J, pero ¿qué harán aquéllos que se han quedado sin nada y viven al día; y qué aquellos otros que sin sufrir la crisis tan crudamente conservan todavía un poco de coraje y dignidad frente a tantas mentiras y han llegado a la conclusión en su fuero interno de que es hora de cambiar las cosas de verdad? Lo lógico es que estos últimos acudan en masa, pero eso lo veremos dentro de unas horas. Hasta entonces. DEMOCRACIA REAL YA.

miércoles, 1 de junio de 2011

A todo el mundo le suena esta canción

Siguiendo con la serie de cantantes malditos, me referiré ahora a Arthur Lee (1946, Memphis, 2006, LA). Es conocido, sobre todo, por ser el líder de Love, banda angelina a la altura de los mejores grupos de su época, los sagrados 60'. Voy a hablar poco de la banda, que para mí es otra gota más, con su propia personalidad, de ese espléndido mejunje que fue el rock sicodélico. Hay mucho escrito: protpunk, arquitecturas melódicas sugerentes, envolventes, espléndidos arreglos sobre una canción básicamente folk...  Se recomienda sobre todo para disfrutar junto al mar. y si no escúchese esta canción y se podrán oír las olas:










Esta canción, con resonancias españolas, es la más conocida de Love y la pieza clave del disco Forever Change. Pero en anterior disco Da Capo contenía canciones mucho más 'beat', algunas precursoras del punk. Estupendas para una fiesta con mucha cerveza y demás aliños. Aquí la versión oroginal de una canción que versionaron los Ramones.








Pero, además de a Love, quiero referirme más concretamente a Arthur Lee, el primer hippie negro o mejor sería decir mulato, como Obama. Podría compararse, por su arrolladora y tortuosa personalidad con Little Richard, aunque era simplemente Arthur Lee. Si fue realmente capitán de Love fue mal capitán, a juzgar por lo poco que duró la banda (realmente sólo dos años) y por las serias turbulencias que experimentó. Su compañero en tareas de composición, Brian Mac Lean, cayó en la heroína y todo se fue al garete. Lee intentó mantener el nombre de la banda, pero las composiciones ya no eran las mismas. Para colmo, dado su carácter más bien agrio, por no decir directamente que hasta cierto punto peligroso, no dejó de tener problemas y en 1995 acabó en la cárcel (en esto se parece a Chuck Berry), de donde salió cinco años después. Continuó durante 6 años tocando con cierto éxito las gloriosas canciones de los dos primeros álbumes de Love (Da Capo y Forever Changes), ambos de 1967, quizás el mejor año para el rock, al menos hasta el momento. Y, luego de una jartá de excesos y deterioro sobre los escenarios (parecía Syd Barret después de tomarse diez tripis) fue despedido por su propia banda, la que él había creado para recrear aquellas canciones de los 60. Sólo le faltaba morirse y se murió de leucemia el pobre en 2006. RIP


Pero antes de irme, y para no dejaros con mal sabor de boca y como no quería dejar de poner un vídeo clip, aquí va otra de de esas canciones prodigiosas de Love, con Arthur Lee en su mejor momento. Este tema aúna, en cierto modo, el estilo de Love: rock de garage muy personal y psicodelia todavía aún más personal. Y siempre canciones distintas y bien elaboradas, buscando, experimentando, midiéndose con todos y con nadie. 


Alhambra inadvertida: Al borde del Extasis

Sueño, fantasía, visión maravillosa, belleza indescriptible... son algunas de las palabras que pueden pasar por la mente de quien contempla,...