Fuente: malaga.es |
Hoy la Laguna de Fuente Piedra estaba a rebosar. Decenas de
visitantes, casi todos españoles, disfrutaban de un entorno espectacular. Y sólo a un
paso de la autovía A-92. Es sólo 22 de abril pero ha hecho mucho calor en
Andalucía. Volviendo de un viaje de tres días, con 900 kilómetros a las
espaldas, era un buen lugar para descansar. Esta laguna, cercana a Antequera, resulta
providencial para refrescarse un poco.
Casi nadie de los visitantes sabía que hoy se celebra el Día
de la Tierra. Ni siquiera yo en ese momento era consciente de ello. Pero, de
algún modo, estábamos celebrándolo con aquella tranquila visita. A fin de
cuentas de lo que se trataba era de admirar con respeto aquella maravilla
natural y de beneficiarnos de su salutífera atmósfera.
En el mirador más concurrido, desde donde se divisa una
vista general, es donde más se nota el fresco. Familias de fuera, pero también
de los alrededores, se congraciaban con la espectacular vista, en esta
primavera que se adivina ubérrima. Y a los flamencos no parecía importunarles
el safari fotográfico, ni siquiera el bullicio de los niños. Ellos estaban bien
tranquilos tras la valla de alambre, luciendo ufanos su bello porte, acicalándose
algunos, preparándose todos para el gran cortejo que les espera en estas
próximas semanas. Hasta 20.000 parejas de estas aves se han llegado a
concentrar aquí para reproducirse.
Este entorno acuático de interior, es muy particular por ser
parcialmente salino. Sí porque si esta agua no estuviera salada,
no acudirían a ella los flamencos. Es tan de su gusto que no les
importa cambiarla por esa otra de las marismas mediterráneas (Cabo de Gata o la
Camarga en Francia) que frecuentan más a menudo. Además de las zancudas
rosadas pueblan este entorno otras ciento setenta y tantas especies de
acuáticas.
La salinidad del agua afecta, evidentemente, a la tierra que
la rodea, donde han de crecer plantas halófilas, adaptadas a la sal. Durante el
fuerte estío, esta laguna constituye un refugio invaluable para la fauna,
particularmente para las aves. Y, como ya he dicho también es un buen punto
para descansar si se viaja por el interior de Andalucía.
Tiene un pintoresco centro de interpretación,
dedicado a la memoria del biólogo José Antonio Valverde, donde, además del merschandasing típico, mujeres de la
comarca venden sus productos de la tierra. Yo creo que para ellas es más un entretenimiento y una forma de vender con orgullo su tierra a tanta gente nueva,
que un lucrativo negocio. Y uno tiene que comprarles aunque sea un tarro
de miel.
Pero el centro está dedicado, como he dicho antes a un gran
hombre, el biólogo, ecólogo y activista ambiental José Antonio Valverde (1926-2003). ¿Que
quién es este personaje? Pues uno de esos héroes anónimos que nadie
conoce pero del que deberían hablar a los niños en las escuelas, un luchador de
la talla de Jane Goodall, quien, por cierto, protagoniza el doodle que luce hoy el Google (perdón por la rima).
Valverde en una foto retrospectiva. Fuente: Wikipedia. |
¿Pero qué hizo este tal José Antonio Valverde? Pues, entre otras cosas, salvar lugares como éste o como Doñana, nada menos. Sonada fue su campaña para arrancar de las garras del franquismo a las marismas del Guadalquivir, que parecían abocadas a convertirse en un bosque para fabricar celulosa. Gracias a una incansable campaña internacional, con el apoyo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y otras entidades proteccionistas, consiguió salvar el corazón de una de las joyas naturales de Europa. Se convirtió, con justicia en el primer gestor del Parque Nacional de Doñana, fundado en 1969.
Valverde y su insigne colega Francisco Bernis Madrazo fueron
pioneros en el sistema de anillamiento de aves, que nos ayuda a conocerlas
mucho mejor.
Por último recordar que José Antonio Valverde también se
interesó por mi tierra. En 1958 clasificó un reptil, llamada por ello lagartija
de Valverde.
Este pequeño saurio es endémico del macizo que se concentra alrededor de la
Sierra de Segura y que incluye además, las de Cazorla, Las Villas, Castril y La Sagra.
Yo suelo ver todos los veranos a esta simpática lagartija tomando el sol por las mañanas a la puerta de mi
cortijo en Río Madera.
lagartija de Valverde (algyroides marchi). Fuente: Wikipedia. |
Pero, ahora, estamos todavía en primavera. Y, volviendo a la
laguna de Fuente Piedra, tras las fuertes lluvias, el calor ha hecho una
triunfal entrada y todas las criaturas del humedal parecen sonreír. Más
sonreirán en los próximos días, cuando, la primavera explote de verdad.
Será digno de ver. Y como resulta que a principios de la
semana que viene volvemos a la carretera, resultará de todo punto recomendable regresar a
Fuente Piedra. Para entonces el paisaje estará mucho más vestido de colores,
mientras los flamencos, que ya serán masa, se afanarán en la bendita labor de
preservarse como especie.
Fuente:iberia-natur.com |
1 comentario:
Bien ...
Saludos
Mark de Zabaleta
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